Tengo un amigo brasileño que visito de vez en cuando. Cada vez que hacemos lo mismo. Bebemos pocas cervezas buenas, nos reímos mucho y follamos como animales. Mi amigo es muy sexy, siempre sonriente, tiene un trasero por el cual morir. Se enoja tanto ser follado como una pequeña perra. Nuestras sesiones de cada vez van mejor y mejor. Puede que termine casándome con él.